El tiempo pasa y no se digna a parar tan solo un segundo y claro no se puede pedir demasiado contra eso ya que si se pudiese detener o volver atrás el tiempo. Lo haría…. Pero como en todo hay peros y el tiempo no para prefiero seguir, reír y vivir por que así lo leí en un manual de instrucciones.
Recuerdo el 15 de diciembre como si fuese hoy. Desde aquel día mi vida cambio y claro, mejores personas no pude haber conocido y una amistad como la que hoy tengo contigo mucho menos hubiese encontrado. Entre copas y copas, además de palabras lindas y tallas pesadas los mas inquietos y desastrosos con gran alegoria gozaban de su mas planeada “maldad” y desde ahí nació pura amistad.
El 31 de diciembre… Es noche fue hermosa, nunca olvidaré aquel afectuoso y caluroso abrazo, El primero y especial. Únicamente inolvidable.
Noche inolvidable aquella, alguien gritaba… ¡Risas al por mayor! Luego de un Feliz año. Nos burlábamos de aquel que desde las dos de la tarde se encontraba pechando casa y comida y nosotros además nos reíamos de pecharle un sabroso vino con durazno, unos puchos y un par de chelas a
Eran aproximadamente las tres de la madrugada y la muy apacible Elizabeth aguantaba las burlas de sus tan molestosos amigos, ya los conocía y no era complicado entenderlos y aguantar sus pesadas tallas la costumbre era tal que no importaba, pero luego de grandes impertinencias decidió tomar sus cosas y marcharse, no le importaba ya había sido mucho y muy incomodo por lo demás le daba igual tener que caminar por ese interminable callejón oscuro y por esa larga calle. Ella estaba decidida a marcharse. Sus amigos afligidos por lo ocurrido le pedían disculpas a Elizabeth y le pedían que no se fuese sola a esa hora y que lógicamente no volvería a pasar. Luego de un rato todo volvió a la normalidad y las cervezas siguieron su curso.
Ya eran las cinco, el alcohol nos quería jugar una mala pasada pero la mayoría lo supo controlar, aburridos y con ganar de hacer tonterías salimos a aquel callejón oscuro por el cual Elizabeth quería marcharse y fuimos más la fondo, a lo prohibido luego a la izquierda y a la derecha los perros ladraban con toda su rabia y nosotros los ignorábamos. Nos devolvimos y nuevamente doblamos a la izquierda. Fuimos aún mas al fondo, ahí reímos y tocamos timbres-Jaja- no había hacia donde arrancar pero eso no nos importaba era demasiado fome como para correr o asustarnos, sólo queríamos adrenalina… cosa que se no logramos conseguir con demasía debido a las circunstancias de modo que decidimos volver al lugar de encuentro a hacer destrozos.
La noche quería terminar, eran casi las 6 de la mañana y exhaustos y aburridos no sabíamos que hacer y es por eso cargamos con el mas débil en aquel momento… Raúl. Ya dormido y literalmente echado en el piso los hombres del momento maldadosamente -como siempre- no midieron las consecuencias y el en cabello de Raúl pusieron todo el poder del pegamento VINILIT . Antes de eso todos mojados disfrutábamos alegremente de la noche, pero el vinilit acabo rápidamente con la felicidad. Raúl no podían respirar, el pegamento era demasiado fuerte para el organismo de cualquiera de nosotros, preocupados y sin sabes que hacer la jerarquía hizo su entrada. La madre la de dueña de casa presto su ayuda. Luego de bañarlo y haber pasado por el susto, aproximadamente a las 7.00 de la mañana iniciamos nuestro rumbo dejándolo ahí en casa, con Andrea y su Madre.
Desde ese momento las tallas bajaron sus revoluciones, pero eso no quiere decir que dejen de existir.
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Por Todo esto y mucho más Salud!