Y te fuiste...
llegó la hora y con la mirada me dijiste adiós
mire tu cara pálida y tu mirada ida, ya no eras la misma... y te bese, no me importo
Unas lagrimas caían en tu cara, se congelaban solo al tocar tu bello rostro .
En aquella sala fría de hospital dejaste atrás tu vida, tu bella vida.
El adiós llegó, me costo asimilar, no lloré solo dije que el llanto acabara de diluirse en mis venas y llegara a mi corazón para sentir que estarás ahí y no volverás a salir.
Te amo Madre. Tu única y la mejor en cada paso que dabas. Siempre destacabas entre miles. Gracias por eso
Te quedaras en la casa de la cual nunca quisiste salir, aquí te admiraremos y así colaras tu alma y cuerpo para que también vivas en mi corazón.
Querías descansar y lo lograste. Te amo! 17 – 02 -08